01-Enero-2012.
Hola,
no sé porqué, pero hoy me apetece hablar de la iglesia, los curas,
o el negocio que se montaron unos cuantos y del que llevan viviendo
más de 2.000 años.
Si
miramos hacia atrás, la iglesia (me niego a escribir lo que
representa la palabra “iglesia” con mayúscula) sólo tiene
motivos para avergonzarse. Escoja la época de la historia que
escoja, no encuentro un sólo momento en el que su actuación no sea
vergonzosa. Desde que tienen poder, o lo que es lo mismo, dinero,
sólo se preocupan de amasar riquezas, manipular Estados, y vivir lo
mejor que pueden.
Antes
de las cruzadas, en el primer milenio, cuando todavía no tenían
tanto poder=dinero, se comportaron de manera sectaria, relacionándose
únicamente entre ellos, y ganándose, eso sí, el favor de los
poderosos del momento.
Conste
que soy consciente de que en todas las épocas, hubo miembros del
clero que se comportaron como se esperaba de ellos, y sigue
habiéndolos en la actualidad, faltaría más, pero, por regla
general, quienes están en la cúpula, o quienes llevan años de
ministerio, suelen ser los que menos actúan con “espíritu
cristiano”.
En
las cruzadas, las tropas “cristianas” eran acompañadas por
frailes y curas en las batallas, se dedicaban a arengar y animar a
los soldados prometiéndoles el paraíso eterno si morían en
combate, llegaban incluso a ofrecer el perdón eterno por los futuros
pecados que pudieran llegar a cometer. Cerraban los ojos, en el mejor
de los casos, ante los robos y violaciones que cometían los miembros
de los “ejercitos cristianos”, cuando no eran ellos quienes les
animaban a hacerlo.
Pasadas
las cruzadas, allá por el 1.270 más o menos, empezó otra de las
etapas oscuras de, voy a llamarla, la empresa, dedicándose a
comilonas y orgías en el mismísimo Vaticano. Medio siglo más
tarde, favorecieron la desaparición de los Monjes Templarios, porque
empezaban a tener más poder que el propio Vaticano. Siglo y medio
más tarde, “cristianizaron” a los indígenas del nuevo mundo, y
a los que no se dejaban, o adoraban a los dioses que habían tenido
hasta entonces, simplemente los quemaron por herejes, y para ello
crearon una sección nueva en la empresa, a la que llamaron la Santa
Inquisición.
Después
de “salvar del infierno” a los indios americanos, pusieron sus
miras en las brujas y brujos, a los que obligaron a confesar mediante
torturas, y una vez que confesaban, los quemaban en hogueras
(llegaron a hacer un arte de la preparación de las hogueras,
evitando que murieran pronto prolongando el sufrimiento de los pobres
infelices).
Más
tarde, o más cerca de nuestro tiempo, apoyaron a los gobiernos
fascistas que surgieron por toda Europa, apoyando, en algunos casos
directamente, las salvajadas que cometieron. Permitieron que asesinos
como nuestro dictador franco, desfilaran bajo palio, que es una
prerrogativa permitida sólo a los obispos (de este dato del palio y
los obispos, no estoy completamente seguro). En la foto podemos ver al clero haciendo el saludo fascista.
Y
en la actualidad, se eligió a un papa que formó parte de las
juventudes hitlerianas, y que fue el mandamás de la siniestra
sección de la empresa llamada Inquisición, aunque ahora tenga otro
nombre.
Sabiendo
que sabemos todo lo anteriormente expuesto, no entiendo cómo tienen
el cuajo de pedirle a la gente que siga el modo de vida cristiano.
Quien
quiera creer en Dios, que crea, puedo entenderlo, pero que alguien
crea lo que dicen estos triperos, no puedo entenderlo. Del mismo modo
que no entiendo que se haya hecho un boicot a empresas que empleaban
niños para fabricar sus productos, y no hagamos nada contra una
empresa cuyos empleados abusan sexualmente de niños, y que además
hace lo posible por ocultar dichos abusos.
UN
CIUDADANO INDIGNADO
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