13-05-2014. Hola,
no seré yo quien haga apología de la violencia, aunque quien sufra
la violencia sea merecedor de castigo (el tipo de castigo lo dejo a
la libre elección de una hipotética mayoría).
En
primer lugar, tal y como están las cosas en Internet últimamente,
debo decir que no tengo ninguna prueba de nada y que todo lo que
escriba en estas líneas lo hago en concepto de simple opinión, no
acuso a nadie de nada.
Todo
esto se refiere al asesinato de la presidenta de la diputación de
León, la cual, según dicen y de lo que no tengo ninguna prueba,
tenía enchufados a 18 familiares-amigos-conocidos, lo cual,
suponiendo que fuera cierto, quiere decir que 18 personas que
deberían estar trabajando por oposición, interinidad, o lo que sea,
no lo están haciendo porque su puesto está ocupado por un
“enchufao”, igual que ocurre en el 99,99% de los ayuntamientos
(no me refiero a la cantidad, me refiero al hecho, y aunque,
lógicamente, no tengo pruebas de ello, estoy seguro al cien por cien
de que en cada ayuntamiento hay más de un “enchufao” que no
tiene “derecho” a ocupar dicho puesto de trabajo).
El
problema es que quien no haya pasado, o esté pasando por la
situación de no saber cuando le van a echar de su casa, por no poder
pagar la renta-hipoteca, o no saber qué va a darle de comer a sus
hijos, ese mismo día, por ejemplo; no entenderá en toda su
magnitud, la situación mental de cualquiera de quien sí está, o
estuvo, en semejante situación, y si encima es consciente de que le
“robaron” su trabajo...puede llegar a hacer cualquier cosa,
repito, cualquier cosa.
Por
eso escribo ésto hoy, porque veo las noticias en la tele y sólo
escucho alabanzas hacia la política asesinada, lo buena persona que
era y lo loca que tenía que estar la señora que la mató, todavía
no escuché nada de los enchufes que tenía por todas partes, lo cual
tampoco es una prueba científica de que no lo hayan dicho.
No
conozco a ninguna de las dos, ni sé el motivo que tenía la una para
matar a la otra, quizá no tenga nada que ver con lo que escribí
hasta el momento, pero si finalmente se descubre que sí, que los
presuntos-posibles chanchullos políticos, que pudo cometer la
asesinada, perjudicaron a la asesina o a alguien de su familia, a mi,
y a otros millones como yo, que aunque no nos hayan “robado” el
trabajo directamente como ocurre, presuntamente, en todas las
administraciones, no nos extrañaría ni mucho, ni poco, lo que nos
extrañaría es que tardara tanto en ocurrir. Tiene que ser tremendo
estar pasando necesidad, y saber que tu puesto lo ocupa un fulano por
el enorme mérito de conocer a la persona adecuada.
Dicho
todo esto, y tras reflexionar cinco segundos, también debo ser justo
y afirmar que si mañana me llamara alguien del ayuntamiento para
darme un trabajo, las preguntas de una oposición, o un puesto de
asesor de lo primero que se te ocurra, diría que sí, lo aceptaría
sin tener que pensarlo ni un segundo, y como yo el 99% de los
españoles (siendo muuuuuuy generoso, el 98%), lo cual quiere decir
que todo depende del cristal con que se mire, pero como en este caso
hay más perjudicados que beneficiados, por el sencillo hecho de que
no hay tanto enchufe para tanto cable como hay ahora...ya sabes
político, que nunca leerás estas líneas, cuando las barbas de tu
vecino veas cortar...déjate de tanto enchufar y deja algo para los
demás.
Esta
vez tengo que ser un ciudadano indignado por ser español, e
indignarme con todos los españoles porque en el fondo de nuestro
“coco”, vemos normal el enchufismo y suspiramos por uno que nos
permita vivir, no sólo sobrevivir, si es que consigues ir
sobreviviendo sin ayudas de la familia.
UN
CIUDADANO INDIGNADO