18-Diciembre-2011.
Hola,
queda poco para el día de la salud, el día del sorteo de la lotería
de Navidad, día en el que todos, a los que no nos toque ni un euro
en el sorteo, nos consolaremos diciendo, que por lo menos tenemos
salud.
Volviendo
a la vida real: si ayer hablaba de una tía a la que terminé por
definir como hija de la gran puta, hoy quiero disculparme con todas
las meretrices (señoritas putas), que puedan sentirse ofendidas por
ser puestas a la altura de semejante individua. Dicha fenómena puede
estar al nivel de soraya, la del pp, soraya sáez de santamaría, el
perejil de todas las salsas que se están cocinando en las cocinas
del pp.
Pues
la soraya parió hace una semana y ya está currando. Aunque leí que
era un ejemplo de responsabilidad, también leí que estaba tirando
por el suelo todos los esfuerzos de muchas otras mujeres que lucharon
para tener 16 semanas de descanso pos-parto, que estaba diciéndoles
a todas las mujeres que no era necesario descansar más que una
semana para volver al trabajo. Que su trabajo era tan importante que
no podía quedarse en casa más que siete días, o el mundo podría
pararse. Que ella es tan importante, que debe “resignarse” y, en
lugar de quedarse con su hijo, debe volver al despacho.
Pues
soraya, cielín, a mi lo único que me llega de tu forma de actuar,
es que tienes tanto miedo de quedarte fuera de lo que cocine
“marianno” estos días, que perdiste el culo volviendo al
trabajo. Que eres una trepa que sacrificas, incluso, los mejores días
de la vida de tu hijo. Que eres una vergüenza para tu sexo, y que al
final tendrás, espero, lo que te mereces, no lo que tú crees
merecer: protagonismo laboral=político, sino lo realmente merecido,
el desprecio de las mujeres, y la desconfianza de tu hijo cuando sea
mayor, aunque si no tienes tiempo para pasarlo con él, ahora que
necesita una madre, nunca lo tendrás para sentarte a hablar con él
cuando necesite una persona para hablar de la vida. ¡Pobre! tendrá
acceso a los mejores colegios, seguro, pero le faltará el calor de
una madre y una buena referencia.
En
Valencia están liados con el juicio de los trajes de camps, cuyo
coste asciende a 14.000 euros. Vale, pues si para aclarar si los
compró, o si se los regalaron, tendremos que gastar, estamos
gastando 500.000 euros, y si el coste económico va a ser tan
desproporcionado, con la que está cayendo, prefiero no aclararlo.
Otra
vez se me queda pequeño lo de estar indignado, necesito una palabra
para expresar lo siguiente a indignado. Cuando se trata de
personajillos de tres al cuarto, pero famosos, hablamos de miles de
euros y de millones como si fueran pesetas. A el yerno del rey,
urdangarín, tuvieron que mandarle fuera de España y a buscar
empleo, desde la casa del rey, porque sabían lo que estaba haciendo,
y todavía pretendió crear otra fundación, esta del deporte, para
seguir con sus chanchullos (a lo que él llama negocios), menos mal
que la casa del rey se lo impidió, sino ahora estaríamos hablando
de muchos más millones robados por el sinvergüenza. Y todavía
tiene la desfachatez de decir que está indignado, pero de devolver
lo que robó...ni una palabra. Parece ser que se dedicaba a cobrar
facturas millonarias a administraciones públicas por organizar
eventos, el problema está en que dichos eventos nunca se celebraron,
pero él cobró la factura igualmente, y eso en mi pueblo se llama:
¡ROBAR!
Pero
no le pasará nada, no, mientras tanto el preso español que más
tiempo lleva en la cárcel (por desertar del ejercito en el 76), por
fin salió y pasará sus últimos años rodeado de su familia. Si le
aplican a urdangarin el mismo baremo que a este preso, no verá nunca
más la calle, pero como eso no ocurrirá nunca, hoy vuelvo a ser un
ciudadano indignado.
UN
CIUDADANO INDIGNADO
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