domingo, 18 de septiembre de 2011

ESTO ES LO QUE HAY

                                                    ESTO ES LO QUE HAY



18-Septiembre-2011.

Hola, esto es un aviso a navegantes, voy a contaros una experiencia personal en el trato de los médicos para que vayáis tomando nota, porque antes o después, a todos nos va a tocar caer en sus manos.

Hace unos meses, al comenzar el pseudo-verano que ahora finaliza, tuve un ojo con un gran derrame, en aquel tiempo no trabajaba, y el tiempo de convalecencia no era lo más importante, el diagnóstico fue una conjuntivitis vírica asociada a una alergia a algo que había en el ambiente relacionado con el cambio de tiempo. Me pusieron un tratamiento para la alergia y un par de semanas después estaba prácticamente bien.

Ahí hubiera terminado todo si no hubiera sido porque hace quince días empezaron nuevamente las mismas molestias, y los mismos síntomas en el mismo ojo, pero ahora sí estaba trabajando y el tiempo de convalecencia era importantísimo

Nada más notar los primeros síntomas fui a la farmacia y compré el mismo colirio que me habían recetado la otra vez para la alergia, pero pasados quince días sin dejar de trabajar ni un sólo día y echando el colirio, llegó un día en que al levantarme por la mañana para ir al trabajo, no pude abrir el ojo, el dolor cuando intentaba abrirlo era insoportable y lo tenía tan rojo que daba miedo. Esa mañana en lugar de ir al trabajo fui a urgencias del hospital de Cabueñes, en Gijón, y casualmente ve vio el mismo médico especialista en ojos que me había visto al comenzar el verano. Tras explorar el ojo me dice que tengo la cornea quemada, lo que les ocurre a los soldadores con bastante frecuencia, pero la quemadura era considerable, según él, además, al ser provocada por la soldadura, era accidente laboral, tenía que ir a la mutua y no me extendió ninguna receta “porque tenía que hacerlo la mutua”. Lo raro de todo es que el otro ojo estaba perfecto, y cuando un soldador se quema, se quema los dos ojos, uno más que otro, pero los dos. Además, no estoy trabajando con electrodo, ni nada parecido, ni trabajo cerca de quien lo hace con lo cual era algo imposible pero...me fui para la mutua.

El médico de la mutua me explicó que una creatitis, o quemadura en la cornea, se curaba en algo más de dos días, que no existían conjuntivitis asociadas a ninguna alergia, y que además una conjuntivitis con tratamiento se cura en tres, o cuatro días, yo llevaba más de diez días con el ojo mal, echando el tratamiento para la alergia y el ojo cada vez estaba peor. Me diagnostica una iritis, o rotura, desprendimiento, o traumatismo del iris, y me lleva ante un espejo, después de quitarme el dolor con unas gotas, y me enseña lo que tengo: el ojo no era redondo, tenía puntas, salientes, dos, que daban una forma estrellada a la parte de color del ojo. Me dio tratamiento, y me envió, de nuevo, a la seguridad social, porque ahora volvía a ser una enfermedad y no algo provocado por el trabajo.

Voy a ver a mi médico de cabecera para justificar el día en la empresa, a por una baja, o un justificante de haber estado de médicos todo el día y tras comentarle a mi médica lo ocurrido con sus colegas, me dice que en realidad una iritis y una creatitis vienen a ser lo mismo, y se empeña en darme el tratamiento del hospital, el de la quemadura imposible.

Cuatro visitas, contando la de hace meses, y cuatro diagnósticos distintos, el último, haciendo gala de un corporativismo brutal, me dice que en realidad son lo mismo, como si una quemadura, y una rotura fuesen lo mismo. En fin, como me pareció que la explicación de la mutua era la más coherente, me decidí por su tratamiento, al día siguiente estaba muchísimo mejor.

Para más escarnio, una médica de la mutua me dijo que no me quejara, que en una mañana me habían visto dos especialistas y que eso era un lujo. No le contesté, pero debería de haberle dicho que si era un lujo, no debería serlo, porque además lo pagaba con mis impuestos, y si en un día me vieron dos especialistas, llevaba más de cuarenta años (primero pagó mi padre por mi, y luego pagué y pago yo) pagando a unos médicos sin haber ido a verles ni una sola vez.

Tuve suerte y acerté al escoger el tratamiento, pero yo no estudié medicina, no debería tener que elegir entre tratamientos de médicos que juegan a la ruleta rusa con la salud de sus pacientes, hoy no soy un ciudadano indignado, soy un tío muy cabreado porque pago un sistema de salud deplorable, (otro día hablamos de la tardanza, y de los motivos de la misma en la sala de espera) cuatro médicos-cuatro diagnósticos ¿porqué?



                                                                                                                  UN TIO MUY CABREAO


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