domingo, 13 de noviembre de 2011

UN CIUDADANO INDIGNADO

                                                      DIARIO DE ACTUALIDAD



13-Noviembre-2011.

Hola, dejémonos de política y golfos de bien vivir y hablemos de cosas que seguro que son más importantes.

Tal y como están las cosas, en el terreno laboral, quien tiene un trabajo tiene un gran tesoro, y todos hacemos lo posible por mantener el puesto de trabajo, pero todo tiene un límite. Hay mucha gente, sin ceñirme sólo a los empresarios, que creen que pueden tratar a sus subordinados como les venga en gana, porque como no hay trabajo...

Todo depende del aguante del subordinado, de la necesidad real del trabajo, o del orgullo del trabajador.

El otro día hablaba en estas líneas de gente que paga 300 euros al mes por el derecho a trabajar en la empresa de autobuses ALSA, la empresa contrata a sus empleados a través de empresas de trabajo temporal (e.t.t.), y cierra los ojos ante los abusos que éstas cometen con los trabajadores. Los que pagan para trabajar callan porque si hablan serán despedidos, y como no hay pruebas de la extorsión..

Lo más indignante, sucio, y sin justificación alguna, es que quienes cometen los abusos, no son empresarios, son otros trabajadores los que abusan de sus “compañeros”, porque quienes extorsionan a sus iguales son mandos intermedios, que a día de hoy, no corren peligro de ser despedidos (deberían ser juzgados por extorsión, y enviados a la cárcel), pero si los extorsionados hablan del tema, serán un problema para la empresa contratante y para la e.t.t. y despedidos a la primera oportunidad con cualquier disculpa que no tendrá nada que ver con haber hablado, pero la realidad es que serán despedidos por hablar.

Este ejemplo es quizás el más sangrante de los que yo conozco, pero a otros niveles existen otros abusos menos serios pero igual de indignantes, como las continuas amenazas, la repetición de contratos semanales durante años, obligarte a hacer horas extras quieras, o no, aunque en el mejor de los casos las paguen, en fin, hay muchas otras formas de abusar de los trabajadores que si todos nos negáramos a aceptar, no podrían ser represaliadas. Si todos los trabajadores exigiéramos nuestros derechos, o simplemente, si todos los trabajadores exigiéramos que nos tratasen con dignidad, no podrían existir listas negras, el problema, y grande además, es quién comienza a plantarse. Porque los primeros que se planten tendrán serios problemas y nadie quiere problemas, es comprensible, pero de eso se aprovechan algunas “personas” para abusar de otras personas.

En fin, el tema no tiene solución, y menos ahora que las cosas están como están, lo único que podemos esperar es que a partir del 20-N las cosas empiecen a cambiar, y cuando dejemos la crisis atrás nos acordemos de los malos momentos para tomar medidas para que no vuelvan a repetirse los actuales abusos, y si me apuran, para pasar factura a todas aquellas sanguijuelas que ahora nos chupan la sangre, aunque suene a venganza.

El problema cuando hay trabajo bastante es que nadie piensa en el futuro, sólo hay que ver las negociaciones de los convenios, ahora es cuando exigimos y cuando todavía exigiremos más, cuando había trabajo todos hacíamos horas y cobrábamos un pastón, ahora que no podemos hacer horas es cuando queremos que nos suban el sueldo, pero ahora las empresas no pueden, y esto último sí tiene solución, seamos condescendientes ahora con la empresa, y exijamos cuando las cosas vayan bien.



                                                                                                  UN CIUDADANO INDIGNADO

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