DIARIO DE ACTUALIDAD
25-Abril-2013.
No
sé qué tiene que pasar para que un político español dimita. Somos
más de 6.200.000 parados, la lista sigue aumentando y seguirá
aumentado hasta que no quede nadie con un empleo, en ese momento se
habrá solucionado el problema de la perdida de puestos de trabajo.
Aquí,
en España, la primera responsable tras el responsable de todo, en
adelante “marianno”, la ministra de trabajo, no hace ni el amago
poniendo el cargo a disposición de “marianno”, ni entona un
miserable “mea culpa”.
A
un humilde pero muy cabreado servidor, no le queda más remedio que
pensar que esta ¿señora? no sabe hacer su trabajo, que de todas las
funciones de un ministr@ lo único que hace es cobrar, cobrar y muy
requete-bien, vistos los resultados, por todos los privilegios de
los que disfruta por razón de su cargo (un derecho es aquello a lo
que todos tenemos acceso; un privilegio es aquello a lo que sólo
tiene “derecho” una minoría muy reducida y casi siempre muy
elitista a nivel político). Si, como la realidad se empeña en
demostrar ¿querida? ministra, no sabes hacer tu trabajo y tu jefe no
te echa porque ni paga tu sueldo y privilegios, ni le importa tu
trabajo, ni tampoco espera que seas capaz de hacer más, o de hacer
algo, deberías aplicarte el cuento que se aplica en el sector
privado: si no sabes desempeñar tu trabajo vas al paro y quien te
contrató para un puesto de cierta responsabilidad deberá explicar
porqué y para qué te contrató y en qué se basó para semejante
contratación.
Como
en tu ambiente las negligencias se recompensan con ascensos, mientras
no causes problemas a tus jefes, mantengas la boca cerrada y digas a
todo que sí, ten un poco de dignidad y de “orgullo torero” y
vete para tu casa que seguro que será una buena choza, total, la
parte del trabajo de ministro que sí hacías a la perfección:
COBRAR, seguirás haciéndolo tan bien como hasta ahora por suerte
para ti e indignación y cabreo para una gran mayoría.
Volviendo
a la vida real después de soñar con una dimisión por dignidad, en
España el-la que vale, vale. Gente como tú sólo vale para polític@
porque en lo privado no tendrías trabajo si tuvieras los resultados
que tienes como ministra a no ser que te cases con una infanta en
cuyo caso tendrías casi derecho de pernada, un buen trabajo, o
varios, con muchos ceros a la derecha por sueldo, amabilidad y
comprensión sin límite por parte de los bancos si tienes problemas
para pagar la hipoteca durante unos añitos y una serie más de
privilegios de los que carecemos el común de los mortales (por eso
son privilegios como ya expliqué en otro paréntesis). Todo ello a
no ser que durante la legislatura en la que fuiste ministr@ hayas
privatizado alguna empresa que casualmente compró alguno de tus
amigos, en cuyo caso y sin que por supuesto tenga nada que ver que
fueras ministr@ en el momento que tu amigo se hizo con la empresa en
cuestión, tendrás un puesto en el consejo de administración con un
sueldo que en ningún caso tendrá menos de 6 cifras, o 5 ceros.
Por
favor, las personas que os hayáis tomado la molestia de leer las
divagaciones de un humilde desempleado que viendo este tipo de cosas
agarra unos cabreos poco fáciles de imaginar, cosas así ocurren con
tanta frecuencia que ya nos parece lo normal, y todo esto no es ni
siquiera un poco normal, si no es delito le debe de faltar poco.
¿Cómo pueden acabar en el consejo de administración (al que casi
nunca acuden y sólo se dedican a cobrar el sueldo y el reparto de
beneficios) los políticos que gestionaron la privatización de
varias de las grandes empresas que tenía el Estado sin que la
fiscalía anti corrupción tome cartas en el asunto? ¿Cómo es
posible que además de cobrar lo que “dicen que cobran” (que
seguro que es más) de la empresa que previamente privatizó y que
ahora le tiene contratado, cobre además la pensión de ex-ministro,
o ex-presidente? Y finalmente ¿cómo es posible que siendo de
dominio público, ninguna plataforma, asociación, cooperativa,
partido político, o lo que sea, que maneje fondos y por lo tanto
pueda contratar, cuando no los tienen ya en su nómina, a un abogado
para denunciar en el juzgado de guardia el evidente a simple vista y
presuntamente, pago de favores privados sentando en el consejo de
administración por gestiones públicas que favorecieron la compra a
sus amigos a ex-ministros y ex-presidentes?
Si
un simple trabajador sin estudios superiores al c.o.u. puede pensar
lo escrito en las líneas anteriores, no puedo creerme que el fiscal
anticorrupción ni nadie de su equipo hayan sido capaces de pensar en
lo mismo que puedo pensar yo, por eso no puedo dejar de ser un
ciudadano indignado, muy indignado.
UN
CIUDADANO INDIGNADO
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