16-11-2013.
Hola, Tengo un amigo que acaba de tener una hija, ayer día 15 cumplió una semana de vida y como consecuencia de esta buena nueva se me ocurrió la siguiente reflexión que voy a dejar por escrito para que quien tenga algo de tiempo que perder pueda leerla.
Hola, Tengo un amigo que acaba de tener una hija, ayer día 15 cumplió una semana de vida y como consecuencia de esta buena nueva se me ocurrió la siguiente reflexión que voy a dejar por escrito para que quien tenga algo de tiempo que perder pueda leerla.
Según
la iglesia, si un niño recién nacido tiene la desgracia de
abandonar este cruel mundo sin haber sido bautizado, pasará toda la
eternidad en el infierno. Es una muestra de la falsedad de que ese
supuesto dios es todo amor y misirecordia, y la consecuencia que dejó
a la humanidad su hijo jesús, la iglesia, no es más que un negocio,
un gran negocio, pero sólo un negocio, ya que todos sabemos, o nos
hacemos una ligera idea de que ningún cura administra el sacramento
del bautismo sin previo pago, y trataré de explicarme.
Yo
tengo una perra que tiene 11 años y que es muy buena y obediente, y
si le pongo una galleta delante y me quedo con ella no se la comerá
si le doy la orden de no comerla, pero si la dejo delante de la caja
de galletas, le doy la orden de no comerla, y la dejo sola, no es muy
probable que se la coma, es seguro que se la comerá, y el culpable,
a ojos del 99% de quienes sean preguntados, no seré otro que yo
mismo. Pues si cambiamos a los protagonistas y yo hago el papel de
dios, mi perra el de Eva, y la caja de galletas es el árbol de la
manzana que no podía comer en ningún caso...dios puso el árbol
prohibido en el paraíso y les dio la orden a Adán y Eva de no comer
de ese árbol bajo ningún concepto y los dejó solos para comprobar
lo obedientes y buenos que eran, por lógica, en cuanto alguien los
tentó, en este caso el demonio, Eva se comió la manzana. Desde ese
momento, cuando nace un ser humano, nace con un pecado mortal debajo
del brazo, el llamado pecado original, y la única manera de que dios
le perdone y no sea condenado a pasar la eternidad en el infierno es
que, previo pago, un cura le bautice. Si yo no dejo a la perra con la
caja de galletas, seguro que no se la come, y si dios no hubiera
puesto ese árbol en el paraíso, Eva nunca hubiera comido aquella
manzana.
Ahora
bien, si el papa es el representante de dios en la tierra, y lo que
haga, o deshaga en la tierra, quedará hecho o deshecho en el reino
de dios, no puedo dejar de preguntarme porqué ningún papa, de todos
los que vistieron los ropajes blancos con los que se viste el
director general de esa empresa llamada iglesia, le pidió perdón de
corazón por el tremendo pecado de comer aquella manzana que cometió
Eva, o dicho de otra manera, por caer en la trampa que dios le
tendió. Si como dice la doctrina cristiana es suficiente pedirle
perdón de corazón a dios y mostrar arrepentimiento sincero para que
te perdone, no puedo entender porqué sigue existiendo ese “pecado
original”.
Sería
suficiente que uno de los papas le hubiera pedido perdón de corazón
para que ningún niño muerto sin bautizar hubiera acabado en el
infierno para toda la eternidad, y la única explicación que
encuentro es que si acabamos con el pecado original, acabamos con uno
de los ingresos de esa panda de fartones, y vividores que se llaman
curas.
Ese
es el dios de amor y misericordia al que adoran los cristianos, un
dios que permite que una criatura recién nacida, que no cometió
ningún pecado, pase la eternidad en el infierno si se muere antes de
ser bautizada. Creo que pasó tiempo suficiente para que el rencor de
dios por ser desobedecido haya pasado, máxime si el responsable
último de ser desobedecido es el mismo dios por poner ese árbol en
el paraíso, por eso hoy tengo que ser un ser humano indignado con
dios y sus principales secuaces, llamados papas, por hacer creer a
los cristianos que si sus hijos se mueren sin ser bautizados pasarán
la eternidad en el infierno por el terrible pecado de caer en la
trampa que dios le tendió a Eva, y por no haberle pedido perdón
desde entonces, aunque desde mi, seguro, equivocado punto de vista,
si los cristianos usaran el cerebro para pensar sin estar
condicionados por una educación cristiana, estarían tan preocupados
por ese pecado como yo lo estoy porque se muera una hormiga en el
hormiguero que hay a la puerta de mi casa.
UN
CIUDADANO INDIGNADO
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