jueves, 6 de junio de 2013

CUANDO NO VES NINGUNA SALIDA


                                            DIARIO DE ACTUALIDAD


06-06-2013. 

Hola, entiendo perfectamente a toda la gente que se quita la vida cuando se queda sin trabajo, sin cobertura social, sin familia, sin dignidad, sin vergüenza, cuando la depresión hace mella y los ataques de ansiedad son el pan de cada día y no ven solución a corto, medio, o largo plazo, cuando empiezan a pensar en lo que va a ser de ellos y de su familia (si la tienen) y no imaginan siquiera una solución a su vida destrozada por la “crisis”, entiendo que decidan suicidarse.

No digo que yo hiciera lo mismo, pero entiendo a quien tras darle muchas vueltas al asunto y no encontrar solución, decide tirar por la calle del medio y acabar con el sufrimiento que, por otra parte, no se buscó por su mala cabeza sino que le ha sido impuesto por esta cruel sociedad en la que vivimos.

Por si alguno de los que perdéis el tiempo leyendo este panfleto está en semejante situación, se me ocurren algunas ideas que prolonguen nuestro sufrimiento en esta sociedad que nos toca vivir. No digo que sea una solución, ni siquiera que sea lo más inteligente, pero es una opción al cierre definitivo por defunción: antes que verme en una esquina con la mano levantada y un cartel a mis pies pidiendo dinero para comer, entro en una sucursal cualquiera de cualquier banco y lo atraco, así como suena, lo atraco y si no me cogen eso que gano, en caso de que me cojan tendría resuelto para una temporada el asunto de la vivienda y de la comida y cuando saliera de la cárcel tendría derecho a un subsidio de excarcelación durante 18 meses, que es mucho más de lo que tendría si no atracara el banco. Yo escogí lo del banco porque existe la posibilidad de que no te cojan y porque los considero culpables de la situación que me toca vivir, pero hay otras opciones, también puedes vengarte de todos esos policías municipales que te han cosido a multas mientras te miraban con suficiencia y media sonrisa en la boca y darle dos buenas hostias al primero que te cruces por la calle, aunque en este caso te garantizo que acabas en la cárcel y posiblemente con una mano de hostias que te habrán dado los compis de aquel al que has hostiado, pero el final es el mismo: una temporada con alojamiento y manutención por cuenta del estado y un subsidio esperándote a la salida. Cada uno en función de a quien considere culpable de su situación, puede obrar en consecuencia sabiendo que el final es el desprestigio total y absoluto y la cárcel pero que seguirás con vida (si a eso se le puede llamar vida).

Con semejante panorama, como podréis imaginar, no puedo dejar de ser un rebelde ciudadano indignado.





                                                                                  UN CIUDADANO INDIGNADO

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